lunes, 5 de marzo de 2012

Terrible pesadilla parte 13


Para mi sorpresa, esta información no me afectó para nada, quizá porque aquello era tan irreal que ya no me quedaba otra que aceptar todos los acontecimientos que iban sucediendo. Sin embargo, a Alek sí que le afectó. Ahora lo veía destrozado. Y el verlo así, de esa manera, no podía evitar sentirme más relajada y mejor.
La enfermera se levantó y comenzó a andar. La seguí, pues tenía que preguntarle algo de suma importancia. Una vez la alcancé, conseguí formularle la pregunta cuya respuesta ansiaba.
-¿Puedo ver a mi madre? Es todo lo que desearía en este momento. He leído varios libros sobre el coma, y decían que si les hablaban, te oían. Así que puede que si le hablo, se ponga mejor.
La enfermera me sonrió, me cogió la mano, y me la apretó.
-Sí que puedes. Pero no en este momento. Te avisaré cuando sea posible. ¿Vale?
-De acuerdo.
Un poco decepcionada, vuelvo al lugar de partida: la sala de espera.
Seguí esperando, durante segundos, minutos e incluso horas. Miré el reloj. Perfecto, ya hace un día que me encuentro en el hospital. Suspiro.
De repente, siento una mano en mi hombro y no puedo evitar pegar un bote. Cuando me giro, veo a la enfermera, que me dice al oído que ya puedo pasar. No tardo más de medio segundo en levantarme de aquella dura e incómoda silla y seguir a la enfermera.
Por el camino, intenta entablar algo de conversación.
-¿Has comido algo?-pregunta.
-Emmm, sí, un bocadillo que me trajo Alek.
-¿Solo eso?
-Sí, no tengo mucho apetito, la verdad.
-Te entiendo, pero deberías comer algo. No es bueno eso de no comer.
-Gracias.
Nos paramos frente a un ascensor y esperamos a que éste llegue a la planta donde nos encontramos. Una vez las puertas se abren nos montamos en el ascensor. Por fin llegamos a la planta tres. La enfermera me lleva hasta la UCI, donde se encuentra Alina.
Cuando entro, el corazón me da un vuelco. Ahí está mi madre tumbada en una cama, conectada a muchas máquinas. Está pálida y no se mueve nada. Me acerco poco a poco hacia ella.
Una vez estoy junto a ella, me siento en una silla y le cojo la mano, que tiene congelada. Estaba más muerta que viva. Y dudaba mucho que fuera a continuar con vida. Sin embargo, aún tenía esperanzas.
-Mamá-digo mientras las lágrimas brotan de mis ojos.- siento mucho lo ocurrido. Debí hacer algo para impedir que Alek te tocase. Perdóname. Solo te pido una cosa…No me abandones nunca, por favor. Al menos no ahora. Te necesito mucho a lo largo de mi vida. Sin ti no soy nada.
Hago una pequeña parada para desahogarme un poco llorando. Cuando ya me encuentro mejor, sigo contándole todo cuanto deseo decirle.
-Como te decía, mamá. Te necesito. Y no me imagino una vida sin ti ni Gaétan. No soporto la idea de quedarme a vivir con Alek. De todos modos, ¿qué haría yo sin ti? Nada. Así que te suplico e imploro que te quedes a mi lado.
Levanté su mano y le di un beso fugaz.
-Antes de irme, mamá, te voy a cantar tu canción favorita. A ver si así consigo que te quedes aquí. Es todo cuanto necesito, tenerte.
Tras decir aquello, tomé aire y comencé a cantar en voz baja.
I hate my life
I can't sit still for one more single day
I've been here waiting for something
To live and die for
Let's run and hide
Out of touch
Out of time
Just get lost without a sign
As long as you stand by my side
In your shadow I can shine
In your shadow I can shine
In your shadow I can shine
Shine
You see my soul
I'm a nightmare
Out of control
I'm crashing into the dark
Into the moon
Into the world of our cocoon
You're the sun
And I'm a moon
In your shadow I can shine
In your shadow I can shine
In your shadow I can shine
Shine
Don't let go
Oh, oh no
Don't you know
In your shadow I can shine
In your shadow I can shine
In your shadow I can shine
Shine, shine, shine
In your shadow I can shine
In your shadow I can shine
In your shadow I can shine
Shine, shine, shine
In your shadow I can shine
Justo cuando termino de cantarla, viene la enfermera para decirme que ya no puedo permanecer allí más tiempo. Así que me levanto de la silla y le doy otro beso a mi madre, esta vez en la frente.
-Descansa mamá, pero reacciona dentro de poco. Tienes que quedarte aquí conmigo. Por favor, solamente en tu sombra puedo brillar. Te quiero.
Y tras decir esto, abandono la habitación, sintiéndome bien y mal a la vez.
Solo quedan 24 horas…

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