lunes, 5 de marzo de 2012

Terrible pesadilla parte 5


¿Qué pretendía hacer Alek con estas personas ? ¿Por qué las tenía a todas encerradas en aquella habitación tan oscura y estrecha ?
Tan solo una reja me separaba de aquella gente.
No quería volver a mirarlas, pero debía hacerlo.
Me armé de valor y volví a mirar hacia las rejas, intentando no perder ningún detalle, para intentar descubir lo que Alek tramaba.
Habría unas quince personas, la mayoría mujeres. Todas ellas estaban pálidas y tenían muy mala cara. Algunas tenían enormes ojeras, que me daban a entender que apenas habían dormido, quizás debido al miedo de que el malvado Alek les hiciera daño.
Los rostros de aquellas personas estaban demacrados y famélicos, posiblemente por la escasa comida que recibían.
Miré uno por uno a todas las personas, pero no reconocí a nadie, lo cual me tranquilizo un poco.
De repente, cuando estaba a punto de apartar la vista, una mujer que se encontraba sentada en una esquina de la habitación llamó mi atención.
La estuve observando durante unos minutos. Mientras la miraba, ella alzó la vista y sus ojos castaños se clavaron en los míos.
Comencé a llorar y, esta vez, no me pude contener. Por primera vez en mi vida me sentia débil, pequeña e insignificante.
Estaba segura de que Alek me había llevado allí a propósito. Es más, me atrevería a decir incluso que ya lo tenía planeado desde un principio.
Él sabía perfectamente que al ver a aquella mujer haría todo lo que me pidiese y no me opondría, con tal de que a aquella mujer nada malo le ocurriese.
¿Desde hace cuántos días no veía a esta persona ? Juraría que tan solo habían pasado diez días desde mi última visita a su casa. ¿Desde cuándo la tenía encerrada en aquella prisión ?
El corazón se me partía en trozos muy pequeños cada vez que nuestras miradas se cruzaban.
Debía hacer lo imposible para que, a Alina, mi madre, nada le ocurriese.

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