lunes, 5 de marzo de 2012

Terrible pesadilla parte 2


Supe desde un principio que algo no iba bien…
No me atrevía a moverme. ¿Tenía realmente un cuchillo pegado en el cuello? ¿O simplemente aquello era fruto de mi imaginación? Inspiré profundamente otra vez. Solamente había una única forma de saber si aquello lo estaba soñando o no. Me moví, tan solo un milímetro, y en ese mismo instante, me arrepentí de haberlo hecho. Justo cuando me moví, sentí un dolor agudo. Noté cómo la sangre iba poco a poco circulando por mi cuello. Sin pensarlo, llevé mis manos al lugar donde el daño se había producido. Era un corte no muy profundo, pero doloroso. Lo bueno es que el cuchillo había desaparecido. Me alegré, pero tan rápido la alegría vino a mí, se fue. El cuchillo volvía a estar pegado a mi cuello. Aquello no podía ser real.
Comencé a sentirme agobiada. No podía moverme. Si lo hacía, acabaría llena de cortes.
Me sentía como si estuviese en una habitación enana en la que no tienes espacio y de la cual no puedes salir.
Me puse a pensar en las escasas posibilidades de escapatoria que tenía. Pero entonces un leve ruido me devolvió a la realidad. Cuando puse toda mi atención en intentar descifrar qué era ese ruido, me quedé petrificada. Entonces comencé a sudar. A sudar de terror.
Aquella voz tan familiar...no podía ser verdad. Aquello no podía estar ocurriendo. ¿Cómo era posible? Estaba viviendo una pesadilla, una pesadilla de la cual no había escapatoria. Aquello era el fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario